La limpieza de salas blancas es un proceso crítico para garantizar entornos controlados libres de contaminación. Este tipo de espacios se utiliza en sectores donde una simple partícula o microorganismo puede comprometer la seguridad, la salud o el funcionamiento de productos y procesos: hablamos de laboratorios farmacéuticos, hospitales, industrias alimentarias o tecnológicas. Pero ¿qué estándares se aplican? ¿Qué diferencia hay con una limpieza convencional? A lo largo de este artículo te lo contamos todo, paso a paso, y al final entenderás por qué este servicio exige una especialización absoluta.

¿Qué es una sala blanca y por qué requiere un protocolo de limpieza específico?

Una sala blanca (o clean room) es un espacio diseñado para controlar la contaminación ambiental. El aire, la temperatura, la humedad y la presencia de partículas están regulados para evitar alteraciones en los procesos que se desarrollan dentro.

Lo que diferencia a estas salas de cualquier otra instalación es su nivel de pureza del aire, medido en cantidad de partículas por metro cúbico. Cuanto menor sea ese número, mayor será el control requerido. En otras palabras: no se puede limpiar una sala blanca como se limpia una oficina o un supermercado. El protocolo debe ser técnico, preciso y constante.

Sectores que requieren limpieza de salas blancas

La limpieza de salas blancas está presente en distintos sectores de alta exigencia. Estos son algunos de los más habituales:

  • Industria farmacéutica y biotecnológica: para evitar la contaminación de medicamentos, vacunas o cultivos celulares.
  • Sector sanitario: en quirófanos, laboratorios de análisis clínicos y áreas de aislamiento hospitalario.
  • Industria alimentaria: para cumplir con normativas de seguridad alimentaria, como el sistema APPCC.
  • Microelectrónica y tecnología: fabricación de semiconductores, chips y dispositivos electrónicos.
  • Aeronáutica y automoción: componentes que requieren montaje en atmósferas controladas.

Requisitos normativos y estándares de calidad para la limpieza de salas blancas

La limpieza de salas blancas se regula por normas internacionales que establecen los requisitos técnicos mínimos. Las principales son:

  • ISO 14644: norma que define los niveles de limpieza según la concentración de partículas.
  • GMP (Good Manufacturing Practices): aplicable en industria farmacéutica, con requisitos sobre limpieza, control y validación de procesos.
  • UNE-EN 17141: centrada en la bio-contaminación y su control en salas limpias.

Estas normas no solo indican cómo limpiar, sino también qué debe medirse y con qué frecuencia. Un error mínimo puede suponer una pérdida de producción o, peor aún, un riesgo sanitario.

Técnicas y materiales utilizados

La limpieza en estos entornos exige tanto personal especializado como productos y útiles específicos. Algunos elementos clave:

  • Paños y mopas sin pelusa: que no suelten fibras ni partículas.
  • Aspiradoras con filtros HEPA: para atrapar partículas microscópicas sin recircularlas.
  • Desinfectantes homologados: que no alteren el entorno y que respeten los protocolos del centro.
  • Vestimenta adecuada: los operarios usan monos, mascarillas, guantes y calzado específico para no introducir agentes contaminantes.

Además, se trabaja siempre siguiendo un sentido de limpieza predefinido: de las zonas más limpias a las menos limpias, de arriba hacia abajo, y de dentro hacia fuera.

¿Quién debe realizar este tipo de limpieza?

No todas las empresas de limpieza están preparadas para asumir este reto. Se requiere:

  • Formación específica en protocolos de limpieza y desinfección.
  • Experiencia previa en entornos controlados.
  • Supervisión constante y auditorías de calidad.
  • Personal estable, comprometido y con conocimiento del entorno.

En Grupo Tesco llevamos más de 50 años prestando servicios a sectores como el sanitario, el farmacéutico o el alimentario. Adaptamos nuestros protocolos a las exigencias normativas y contamos con sistemas de control mediante SLA’s y KPI’s para garantizar la trazabilidad y calidad de cada intervención.

Si te interesa conocer más sobre nuestra experiencia en entornos sanitarios, te invitamos a consultar nuestro servicio de limpieza de hospitales y centros médicos, donde aplicamos los mismos criterios de excelencia.

¿Por qué la limpieza de salas blancas es tan importante?

Porque un solo fallo puede tener consecuencias enormes. Imagina una partícula microscópica que contamina un lote de medicamentos. O una bacteria que compromete la esterilidad de un quirófano. O un operario que entra con la ropa equivocada a una zona de fabricación delicada.

La limpieza de salas blancas no es un simple servicio: es un eslabón esencial para garantizar la seguridad de las personas y la calidad de los productos. Por eso, debe planificarse con rigor, ejecutarse con precisión y supervisarse continuamente.

Garantizar entornos seguros empieza por una limpieza impecable

La limpieza de salas blancas requiere formación, experiencia y una metodología rigurosa. No basta con saber limpiar: hay que saber desinfectar sin alterar el entorno, minimizar la introducción de partículas, y trabajar con equipos adaptados a cada tipo de sala y sector.

En Grupo Tesco somos especialistas en este tipo de limpieza técnica. Adaptamos cada servicio a las necesidades del cliente, realizamos supervisiones periódicas, y trabajamos con equipos propios altamente cualificados. Si tu empresa necesita un partner con garantías, estamos preparados para ayudarte.